Las ciudades medievales, al igual que los castillos, estaban amuralladas. En cuánto a la disposición de éstas, en el centro de cada ciudad había una plaza en la que se celebraba el mercado semanal. A su costado se elevaban la iglesia, el palacio del ayuntamiento y las casas de los principales gremios al igual que la de los patricios.
Como el recinto urbano era reducido, las calles eran estrechas y tortuosas.
El gobierno de la ciudad lo ejercía un Concejo Municipal presidido por un alcalde cuya función era administrar el dinero municipal, las escuelas y los hospitales además de establecer la política económica.
Con el desarrollo de la ciudad y de la población urbana apareció un elemento nuevo en la sociedad europea. Era el habitante de la ciudad o burgo, el burgués, interesado en el comercio y el trabajo.
El papel fundamental de las ciudades en la Edad Media era principalmente comercial, puesto que en ellas se llevaban a cabo todas las actividades económicas y los intercambios de mercancías.
Blanca Galicia Paredes
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