domingo, 13 de noviembre de 2011

LA PENINSULA IBERICA EN LA EDAD MEDIA-AL ANDALUS

Bueno, esto que voy a escribir lo escribo por afición, ya que me gusta mucho el tema del Islám en España:
A partir del 711 d.C. ciframos el sometimiento de la Hispania visigoda por parte del Islam, religión fundada por Mahoma un siglos antes que pronto logrará expandirse por Oriente Próximo, el Mediterráneo Oriental y el norte de África. Su paso a la Península se produjo precisamente desde África a través del Estrecho de Gibraltar. Entre los musulmanes que llegaron a la Península encontramos a las élites dirigentes (árabes, sobre todo de la dinastía omeya) y al grueso del ejército, compuesto por bereberes. Los enfrentamientos étnicos entre árabes y bereberes fueron constantes, desencadenando incluso una guerra civil (739-741). No obstante, dicho conflictos no impidieron el desarrollo de una conquista organizada por el valí Musa, el cual supo aprovechar las disputas internas de los visigodos y someter a su rey Roderico. A continuación, los musulmanes se dirigieron a Toledo para controlar rápidamente la totalidad del Estado. Entre el 711 y el 715 se conquistan todos los puntos claves de la Península a través de la imposición militar o mediante pactos con la población local en los que se respetaba el autogobierno y las prácticas religiosas indígenas a cambio del pago de un tributo. El avance musulmán, por otra parte, fue detenido en Poitiers en el 732 por los francos de Carlos Martel.
Entendiendo por Al-Andalus el territorio peninsular sometido por los musulmanes desde el 711 hasta 1492, podemos hablar de tres etapas de gobierno:

  • La época de los valíes (711-756): Dependientes del califato de Damasco dirigido por los Omeyas, familia árabe que en el 750 es asesinada a manos de los Abasidas, los cuales trasladan el califato islámico a Bagdad.
  • Emirato de Córdoba (756-929): Situamos a un superviviente omeya, Abderramán I, el cual en el 756 llega a la Península y se proclama en Córdoba emir independiente del califato abasida. Para consolidar su poder tuvo que combatir los ataques de los propios musulmanes y de los cristianos del norte. Abderramán I murió en el 78 estableciendo un sistema sucesorio en el que destacarán Hisham I, Al-Hakam I y Abderramán II. A partir del 879, la crisis del emirato era patente, desarrollándose revueltas locales en las que participan los muladíes (cristianos convertidos al Islám) y los mozárabes (cristianos que vivieron entre musulmanes). Frente a estos, los emires omeyas optaron por fortalecer su poder militar reclutando mercenarios eslavos.
  • Califato de Córdoba (929-1031): En esta situación de inestabilidad, el emir Abderramán III se proclamó califa de Córdoba en el 929. A nivel interno Abderramán III se propuso restaurar la unidad del Estado islámico mientras que en el ámbito exteriror afirmaba su independencia frente a los otros dos califatos: el abasida y el chiita. Para el 976 el califato omeya de Córdoba será controlado por un hayib, Almanzor, que da paso a la dinastía amirí hasta el 1009. Finalmente el califato toca a su fin en el año 1031, dividiéndose en multitud de reinos de taifas sobre los que tratarán de imponerse una serie de imperios norteafricanos (almorávides y almohades).

2 comentarios:

  1. Entrada interesante, quizás parecida en algún párrafo a otras páginas de internet.
    Valoro positivamente la iniciativa de publicar voluntariamente cualquier tipo de información suplementaria que sea relevante en nuestra asignatura.
    Atentamente,

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  2. De Internet? si lo he cogido de mis apuntes de 2º de bachillerato

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